jueves, 23 de junio de 2011

Pintura sobre seda

Todas las semanas voy a escribir distintos textos explicativos de las técnicas de pintura, hoy comenzamos con la pintura sobre seda: telas y bastidores.

Los materiales:
Distintos tipos de telas:
Para la pintura sobre seda existen varios tipos de tejidos apropiados. Cada tejido y peso tiene diferentes calidades de caída, brillo, textura y  duración. Son consideraciones importantes al escoger el tipo de tela para un proyecto de pintura concreto.
La seda natural es un tejido de lujo, delicado en un sentido estético y aun así práctico y duradero. Con el cuidado adecuado, las telas de seda pueden disfrutarse durante toda la vida.
La seda es absolutamente insustituible como medio para los colores vivos. A medida que se aplica el tinte transparente, el color se convierte en parte integrante de la seda. La caída de la tela es suelta y el tacto suave, la resistencia, elasticidad y duración de la seda se combinan con su belleza para convertirla en la tela perfecta para pintar. Puede ser tensada, teñida, pintada, usada como batik, lavada, sometida al vapor, planchada o limpiada en seco, y aún conserva su belleza natural. La seda es resistente a la tensión y suficientemente duradera para soportar todos los procesos que implica la pintura sobre seda sin sufrir daños.
En Argentina normalmente se consiguen muy pocas variedades de seda natural.
Dentro de las fibras artificiales se puede trabajar sobre gasa, organza, muselina, voile, crepe georgette, crepe armani, satin, raso, seda pongé, seda lavada, sedas labradas, seda gamuzada, taffeta, etc. También se puede utilizar la técnica sobre telas de algodón, lino o mezclas.



Los bastidores:
Para poder realizar una pintura de buena calidad, es indispensable trabajar sobre una seda perfectamente tensada. Para mantener la tela tensa existen diferentes modos de fijación en distintos tipos de marcos o bastidores. La  preparación de la tela puede parecer una parte simple del proceso, pero es muy importante para lograr el resultado final correcto.
Bastidores fijos: son los mas comunes, mas simples de conseguir y consisten en cuatro maderas unidas en escuadra.
Bastidores encastrables: son pares de maderas con muescas, que se encastran unas con otras y permiten tensar telas de distintos tamaños por sus cuatro lados.
Bastidores extensibles o regulables: son varillas con una canaleta en el medio que mediante un sistema de mariposas y tornillos permiten que las dos de arriba se deslicen sobre las dos de abajo permitiendo tensar telas de diferentes tamaños. Las telas se toman solo por dos de sus lados y los otros dos quedan en le aire.


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