Mecanismos para tensar la seda:
Así como es importante una buena elección del marco, también es importante el método de fijación y tensado de la tela.
Chinches simples y chinches de tres puntas:
Para tensar la seda con chinches se comienza clavando un extremo, luego el otro y así sucesivamente. Después de comprobar que los cuatro extremos de la tela estén bien tirantes se van incorporando más chinches. La tela debe quedar bien tensa y pareja.
Si la pieza de seda es más corta que el marco se alarga la seda con pedazos de tela que se enganchan con puntadas o con alfileres y se hacen llegar al bastidor.
Tenedores para seda:
Son muy útiles cuando las sedas ya tienen los dobladillos terminados y no se quiere lastimar la tela con perforaciones que ocasionan las chinches en los bordes. Se hacen llegar al bastidor mediante bandas de gomas que mantienen la tensión de la seda.
Cinta bifaz:
Cuando no queremos lastimar las telas o se trata de prendas ya confeccionadas podemos pegarlas para luego poder pintar sobre cinta bifaz, cuya característica principal es que es un tipo de cinta que pega de ambas caras.
Bastidores con púas o agujas:
Generalmente son bastidores extensibles que cuentas con dos de sus varillas con agujas o púas para fijar la seda con mucho cuidado. Si la tela tiene el ruedo hecho no la daña.
Los pinceles:
Los tipos y tamaños de pinceles tienen que ver con los resultados y las características que el pintor desee darle a su trabajo, de ahí la importancia de una buena elección.
Pinceles chinos: absorben mucho tinte, son flexibles y de punta fina, permiten llegar al trabajo con muy buena carga y con bastante precisión debido a su buena punta. Generalmente son de pelo de arcilla y están armados en un trozo de caña de bambú.
Pinceles de pelo de marta: no tienen tanta carga pero se pueden utilizar para trabajos de mucha precisión, ya que forman muy buena punta y son más rígidos. Se pueden usar en zonas pequeñas y cerradas, en cambios de color y matizados, la desventaja es que son muy costosos.
Pinceles sintéticos: actualmente existen gran variedad de pinceles sintéticos que dan muy buen resultado en su uso con acuarelas. Algunos materiales nuevos son el taklon blanco, el toray, el toray red, el gris, también algunas marcas fabrican pinceles que mezclan fibras naturales con sintéticas. A parte de que dan muy buen resultado, son durables y resistentes y su costo es más accesible.
Pinceletas chatas: se usan para superficies grandes, para humedecer fondos, pueden ser de pelo, cerda o sintéticas.
Pinceletas de gomaespuma: mismo uso que la anterior.
Pinceles de cerda: son duros, se utilizan principalmente para pasar parafina en técnicas de batik.
Las pinturas:
Diferentes tipos de pinturas son comercializadas, cada una tiene sus características y su aplicación apropiada. Algunas se fijan con estufa de vapor y otras son termofijables, lo que facilita su uso y otras simplemente se dejan secar 72 horas antes del primer lavado.
Pinturas líquidas que se fijan con estufa de vapor:
El color brillante, que constituye el rasgo distintivo de la pintura sobre seda, se consigue por medio de los tintes. Los tintes son translúcidos y cuando se aplican a la seda se convierten en parte integrante del tejido.
Algunos de los tintes más conocidos son las pinturas francesas fabricadas en la década del 60. Ejemplos: Tinfix, Super-Tinfix, Dupont y Jacquard. Estos tintes deben fijarse por medio de un baño concentrado de vapor y calor.
Tintes termofijables:
Su característica principal es la facilidad del fijado mediante una fuente de calor (“la plancha”) y pueden utilizarse sobre cualquier fibra natural o artificial. Se consiguen diversas marcas: nacional solamente Monitor, importadas: Javanna, Marabú, Lefranc, Pébèo, Deka, la pintura para seda Acrilex no necesita fijado con plancha, no debe lavarse hasta después de 72 horas de haber sido usada.
El proceso de fijado:
Como se dijo anteriormente existen dos clases de pinturas las termofijables y las que se fijan con estufa de vapor.
En el caso de las primeras, la técnica es muy simple y accesible: con una plancha común de uso doméstico se le da calor a la tela, cuando está terminada y seca, después de retirarla del bastidor.
Si las pinturas son al vapor debemos contar con una estufa de vapor. Pueden ser horizontales o verticales. El proceso es simple: cuando la tela está seca debe enrollarse y envolverse en papel común y cerrarse con papel de aluminio con mucho cuidado para que en ningún momento las gotitas de vapor tomen contacto con la seda, porque la mancharía. La estufa tiene en su interior agua caliente que permanece en ebullición durante el proceso de fijado. Las estufas pueden reemplazarse en la casa con una olla a presión. El único inconveniente es que solamente sirve para trabajos pequeños.
